En el concepto moderno de servicio, su cliente participa en el proceso de diagnóstico del vehículo, lo que aumenta la transparencia y la confianza en el taller. Es por ello que el uso de líneas de diagnóstico en el área de recepción de vehículos es cada vez más importante.
En los talleres, las líneas de diagnóstico o pre-ITV ya son habituales desde hace tiempo, como forma de potenciar la comunicación con el cliente.
Favoreciendo la participación del cliente en la decisión sobre los trabajos de reparación, el taller transmite una imagen de transparencia, confianza y competencia profesional.
Tras la reparación, el cliente puede cerciorarse por sí mismo del éxito de los trabajos.
El vehículo pasará nuevamente por la línea y por medio de la representación gráfica, el mecánico mostrará al propietario del vehículo, los nuevos resultados.
De esta forma aumentará la satisfacción del cliente y el taller conseguirá fidelizarlo.
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